miércoles, 21 de marzo de 2012

Cromatografía de gases



La cromatografía de gases es una técnica cromatográfica 
en  la que la muestra se volatiliza y se inyecta en la cabeza 
de una columna cromatográfica. La elución se produce por 
el flujo de una fase móvil de gas inerte. A diferencia de los 
otros tipos de cromatografía, la fase móvil no interactúa 
con las moléculas del analito; su única función es la de 
transportar el analito a través de la columna.


Existen dos tipos de cromatografía de gases (GC): la 
cromatografía gas-sólido (GSC) y la cromatografía gas-
líquido (GLC), siendo esta última la que se utiliza más 
ampliamente, y que se puede llamar simplemente 
cromatografía de gases (GC). En la GSC la fase estacionaria 
es sólida y la retención de los analitos en ella se produce 
mediante el proceso de adsorción. Precisamente este 
proceso de adsorción, que no es lineal, es el que ha 
provocado que este tipo de  cromatografía tenga aplicación 
limitada, ya que la retención del analito sobre la superficie  
es semipermanente y se obtienen picos de elución con 
colas. Su única aplicación es la separación de especies 
gaseosas de bajo peso molecular. La GLC utiliza como fase 
estacionaria moléculas de líquido inmovilizadas sobre la 
superficie de un sólido inerte.

La GC se lleva a cabo en un cromatógrafo de gases. Éste 
consta de diversos componentes como el gas portador, el 
sistema de inyección de muestra, la columna  
(generalmente dentro de un horno), y el detector.


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